Bip, Bip

Y levantarse ducharse, comer y caminar , sentarse, caminar, mirar, rectitud y control, rectitud y control... olvidar el cuerpo, pensar, pensar, pensar, mente, mente y cerebro. Luego palabras y más palabras, hablar vacío a ratos, los más, trabajo, trabajo y trabajo, y caminar, caminar automáticamente, autómatamente, mientras en la cabeza las cosas se dan vuelta, vuelta. Y sentarse y mirar, dejarse estar y de cuerpo ni hablar. Y volver y sentarse y mirar TV, TV, TV, TV, más cárcel y más alienación... morir un poco para luego dormir, para en unas horas más volver a salir...
Triste movimiento, nulidad corporal, movimiento vital encapsulado, encarcelado, limitado,cercenado, aplastado, castrado, inconsciente de ser, casi muerto, casi. En un espacio ajeno, aunque cotidiano, con un cuerpo ajeno, indescubierto, con movimientos ajenos obligados, convencionalizados, biológicamente prefijados, esclavitud socialmente impuesta, racional y coercitiva.
...No sólo cabeza, esa cabeza, también cara, ojoa, nariz, boca, mentón, frente, cuello, pecho, torso, hombros, columna, brazos, codos, muñecas, manos, sí manos, y dedos... cadera, pelvis, muslos, rodillas, tobillos , pies... simples pies, humildes pies. No sólo caminar sino también trotar, correr, galopar, gatear, brincar, saltar...volar, volar con los pies puestos en la tierra. Consciencia del cuerpo y del espacio, y del tiempo que permite el movimiento. Vivir más. Rebelión.